
Cómo preparar una cata de vinos en casa
En los últimos años, las catas de vinos se han convertido en uno de los planes más solicitados. Expertos y novatos disfrutan de esta actividad, solos o en compañía.
Aunque existe casi una infinidad de bodegas, restaurantes y hoteles que ofrecen esta experiencia, las catas en casa se han convertido en un auténtico pasatiempo entre los amantes del vino o aquellos que quieren adentrarse en este mundo.
Un plan romántico, una tarde íntima con amigos o un encuentro familiar. Sea cual sea el motivo, nosotros te traemos los pasos para que la cata de vinos salga perfecta:
Es importante escoger minuciosamente el lugar en el que vamos a realizar la actividad. Debe ser luminoso y estar ventilado, para apreciar el color y aromas del vino. Preferiblemente con luz natural. El fondo de la mesa o las paredes debe ser blanco, así será más sencillo descubrir ciertos detalles en el color o brillo. No debes contaminar el ambiente, por ello debes evitar perfumes, ambientadores o pasta de dientes.
Aunque puede sonar muy evidente, el primer aspecto a tener en cuenta es el propio vino. Con una botella de vino tendrás 7 copas. Y no recomendamos catar más de 5 o 6 vinos. Como anfitrión debes asegurarte de que cada vino guarde la temperatura adecuada y dejar reposar en un decantador aquellos que lo necesiten. Te recomendamos disponer de agua y pan para limpiar el paladar entre una copa y otra.
Una vez comenzada la velada, los vinos deben servirse de menor a mayor intensidad aromática. Comienza con los blancos y rosados y termina con los tintos. Con la primera copa ya servida, lo primero que debes hacer es observar el color, fluidez y densidad del vino.
En una segunda parte, sin haberlo agitado todavía , deberás distinguir los aromas primarios. Estos determinan la variedad de uva. A continuación, tras un leve movimiento, el vino entra en contacto con el oxígeno y deja paso a los olores secundarios propios de la fermentación. Y por último podrás apreciar los olores terciarios; frutos secos, balsámicos, amaderados…
La última etapa de la cata atiende al sabor. ¡Es el momento de probarlos! Podrás apreciar una textura suave, sedosa, dulce, amarga ácida y su persistencia en el paladar. Bebe en pequeños sorbos.
Despide la cata con un picoteo. Y es que, cada vino tiene su perfecto maridaje. El queso, el jamón o incluso la fruta serán aciertos seguros. No olvides que el objetivo principal es disfrutar. Así que, no te cortes en intercambiar opiniones con el resto del grupo.